sábado, 5 de marzo de 2011

LA TAREA PEDAGOGICA- TERAPEUTICA EN EL ZEN

El yo es la ilusión más poderosa que inventó la humanidad; es el sentido o el retrato que una persona tiene de si misma.
De ésta forma creamos tantas nociones o imágenes de ese yo como contextos sociales en los que habitamos o interactuamos. Este yo (en el lenguaje corriente) solo puede tener significación en función de esos contextos.
La meta del proceso terapéutico aquí presentado no consiste en establecer un yo fuerte y predecible.
La propuesta pedagógico-terapéutica apunta a soltar en último de los casos, ese yo ilusorio, sino que permite paulatinamente que la persona se haga fluida, flexible y receptiva.
Trabajar sobre la evidencia de nuestra propia inconsistencia e insustancialidad fortalece, ya que esta noción de nosotros mismos y del entorno al ser concientizada puede ser en extremo perturbadora.
La raíz del sufrimiento o de las turbaciones, reside en el interior de nuestra mente o forma de pensamiento común. Iniciarse en la práctica del despertar a la falsa ilusión del yo es el primer eslabón hacia el discernimiento.
La labor pedagógica fundamental aquí es no enseñar ninguna doctrina, anclarnos en el corazón, centro y manantial de nuestra naturaleza original.

Donge Zenji dijo: "No avanzar, no rotroceder, no ser real, no estar vacío. Existe un océano de brillantes nubes, existe un océano de nubes solemnes"

No hay comentarios: